mardi 31 octobre 2017

Desti-no 

De sus ojos nacía una memoria incierta, una memoria de todos, rosas de la luz. Afuera las personas escuchaban desprevenidas los estallidos sordos de su delirio inocente, sin lograr reir en el instante pero riendo igual para escapar a tal ruido.
Adentro, sus ojos se fueron cerrando y fueron viendo llegar el silencio de las otras luces y otras tormentas, ciertos  cielos prometidos dibujados por los alcaravanes y los cóndores, mientras  los colibrís y las aguas refrescadas por las palabras humanas esperaban solas a que todo un pueblo se despertara... Ojos de flor y tormento que por su valentía hoy son el trueno.  

Homenaje a Rosa Elvira Celis