Antireligiosa. O de por qué no tengo un alma 

De un movimiento muy muy leve pueden nacer muchas canciones, que depronto nadie va a escuchar, pero que cuentan historias de la vida en el cuerpo, de la luz que esta alli y es cálida, de la voz y del viento que habla y habla  siempre tocándolo todo. Un movimiento leve de los ojos, de un brazo, de las pestañas me recuerda que mi paraiso es escrito por mi piel, y mis oraciones las dice mi lengua... y que mi cerebro es una fiesta y de espinas no se interesa en absoluto, y que si reir no es suficiente para justificar tu presencia, entonces es porque me he arrodillado...pero no te preocupes, mis rodillas no se dejan doblegar por la cobardia, asi que riamos... si  he decidido no tener un alma, es porque prefiero la humildad y el ritmo con los que desaparece mi cuerpo en el tiempo, y no ese extraño aferrarse a una idea... tan fija.