dimanche 20 novembre 2016


Nos reunimos ese día, porque las circunstancias así lo exigían. De otra manera, si todo estuviera "bien", no habríamos nisiquiera pensado en llamarnos o escribirnos, la verdad es que no nos soportabamos, y no creíamos en nada de lo los otros decían; tal reciprocidad nos unía de alguna manera. Trajimos bebidas y platos recién preparados, ¡la reunión era urgente!, asi que los cheescakes y los vinos, y los panes y quesos fueron llegando a  la mesa. Un silencio mas denso y profundo que el silencio ligero y libre de la distancia, se condensaba a cada minuto que pasaba en esa cercanía. 

Sentados, con los libros abiertos en la pagina convenida, cada uno con su vaso lleno hasta rebosar de vino, algunos con un cigarrillo tembloroso entre los dedos, esperabamos al primero que tomaría la palabra... depronto alguien tomó aire profundamente, abriendo su mandíbula cientochenta grados, y tras su bostezo, ¡el piso desapareció y empezamos a caer al vacío!!todos! ¡muy rápido!  Los libros se descuadernaron en la caída, las sotanas dejaronn los cuerpos lentamente, hasta que no pudiendo soportarlo mas, empecé a reir en calma, perdonandome por ignorar tantos signos equivocados en los que creía. Cenamos muy bien. Al salir, nos miramos a los ojos y reimos juntos esta vez , gracias a cierta música que el viento  atrapaba suavemente en las hojas de los arboles.  

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